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Lamento notificar que he naufragado en las inhóspitas inmensidades de mi subconsciente.
Tendré que redescubrir El Fuego...y reinventar La Rueda

POETAS

Somos los forjadores de nueva trascendencia
somos los generadores de nuevas realidades
somos los malabaristas en la cuerda floja
tratando de preservar el equilibrio de la vida
somos pues; en tres palabras:
FORJADORES DE CONSCIENCIAS

miércoles, 8 de junio de 2011

Lo que tú quieres


Muchos padres están convencidos de que los hijos les nacen para llenar sus frustraciones (las de los padres) y para cumplir con todos los sueños que aquellos no pudieron realizar, discursos tales como –Mi hijo va a ser abogado-  o –Mi hija va a ser actriz- se escuchan con demasiada frecuencia y convicción en demasiados hogares…

¡CRASO ERROR! Tus hijos no vienen al mundo a vivir tu vida ni a realizar tus sueños; sucede que ellos tienen sus propias vidas y sus propios sueños; por eso apóyalos, ¡no les mates los sueños, por favor!

No hay nada que le duela más a un niño que el percatarse de que los padres desconfían de él y el darse cuenta de que no lo aceptan por lo que él es; sino muy al contrario, tratan de cambiarlo sistemáticamente.
Estos dos comportamientos paternales; tan comunes en nuestro planeta, son la Espada de Damocles que pende de las inocentes nucas de nuestros hijos.

Nadie trata de convertir a un gato en perro.
Nadie intenta transformar una nevera en televisor.
Entonces; ¿por qué tanta insistencia en cambiar al prójimo?
Si quiere ser ingeniero déjale ser ingeniero.
Si quiere ser ebanista cómprale la madera y sus herramientas.
Si quiere ser escritor, apóyalo; no quieras imponerle la carrera militar.

Si quiere un guante; cómprale el guante, el bate y la pelota y llévalo a ver el juego.
Y por favor, ya deja de meterle por los ojos el bendito balón
¡Que no le gusta el futbol conchales!

Pero él quiere una guitarra y tú le compras una trompeta.
Pero él quiere un carrito y tú le regalas una franela.
Pero él quiere chocolate y tú le das una cerveza.

Ella quiere el vestido rosa y tú le compras el vestido blanco.
Ella quiere los creyones de cera y tú le regalas los creyones piratas.
Ella quiere el bebé que camina y tú le traes la Barbie doctora.
Ella si quiere la cerveza pero a ella le das merengada.

Moraleja:
Lo que tú quieres no le importa a nadie ¿ENTENDISTE? ¡YA CÁLLATE!

Caray, déjalos ser, let them be…

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