Trataré de ser conciso, preciso y científico para explicar esta anomalía de la naturaleza de modo de no ofender a nadie y al mismo tiempo dar respuesta a la eterna incógnita sin vulgarizar.
Sucede que lo que hace que dicho instrumento aumente en tamaño y dureza, es la sangre que inunda los Cuerpos Cavernosos, y considerando que el objeto en cuestión pasa del tamaño de un pequeño guisante (a veces más pequeño que el meñique) hasta tamaños a veces tan descomunales, como el de una regla de las que usan en las clases de geometría, es obvio pues que la cantidad de sangre necesaria para tamaña hazaña es ingente.
Y considerando que el cuerpo humano tan solo posee cuatro litros de sangre aproximadamente, todo el arrebolado líquido que fluye hacia abajo, deja de fluir hacia arriba, y por tanto deja de irrigar a las neuronas, tan necesarias para el buen pensar.
O sea; hombre excitado no piensa y si piensa lo hace tan descabelladamente mal que parece retrasado...
¡Habló la voz de la experiencia!
P.D.: Menos mal que lo tengo chiquito...
Buahajajjajajajajjajajajajajjajajajjajajajaj
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